ENTRE MÚSICA Y DIBUJOS

Casi todo el tiempo estoy imbuido en la música, aquella que me lleva sobre sus alas hacia el descanso espiritual, animándome a escuchar al Universo quieto y complejo, de donde se despiertan las musas de la creación. Cada día es una cuota de vida al recibir y dar de uno. Es como si con nuestras palabras y actitudes, dibujáramos sobre los demás bellos paisajes que les alivien su carga, y de quienes recibimos esa energía propiamente dicha que al ser compatibilizada se hace fuerte base de nuestro andar el camino de nuestro día.
Quiero creer que cada uno tiene ese sencillo conocimiento de ser útil para la vida, desde varias perspectivas y en diferentes entornos: personal con uno mismo, personal con su pareja, familiar con cada uno de los miembros de su célula familiar, social y amical.
Debemos ser como esos artistas que más allá de esperar recibir aplausos y reconocimientos justos, dan de sí para hacer brillar el rostro de los demás con una sonrisa abierta y sincera, alimentar el espíritu con un solaz de quietud enriquecedora, aumentar el contenido de amor en el corazón de todos.
Podemos y tenemos que ser músicos y dibujantes de la vida, lograr que sintonicemos con los demás como piezas necesarias y únicas que permitan mover el motor de vida de nuestros congéneres de manera acertada. No es difícil pero debemos comenzar por nosotros.
La música es universal al igual que los dibujos, no dependen de nada, son libres como debe ser el alma y el corazón de cada uno de nosotros, para abrirnos a la melodía divina del entendimiento y de la razón, en procura de la felicidad.

1 comentario:

ANDRES ARBULU MARTINEZ dijo...

Excelente metáfora. En lo particular, mi trabajo me lleva a ello, y doy gracias a Dios por eso, y también quiero darte garcias por invitarme a este "nuestro espacio" no tengo criticas, porque creo que es una brillante forma de ver lo bueno que podemos ser con los demás, y "si mi tristeza es tu alegría, me alegraré de estar triste".